Nuestra lengua materna está llena de palabras preciosas que desconocemos o usamos poco, el manejo normal de la misma nos hace caer en la obviedad, la rutina y lo vulgar.
Así hace un tiempo conocí la existencia del verbo procrastinar, o el arte de dejar para mañana lo que no quieres hacer hoy….. Y descubrí que yo era una «procrastinadora» nata (existe ese palabro?) Llevo un tiempo procrastinando y dejándome llevar, la astenia primaveral, ya estival, que me impedía sentarme a escribir. No hago otra cosa (que pensar en ti…) que leer en estos días. Estoy a caballo entre la poesía de Voltarine de Cleyre y en inglés!!!, «Las bailarinas muertas» novela de Antonio Soler, «Una forma de resistencia» artículos de Luis García Montero y «Feminismo para principiantes» ensayo de Nuria Varela,… es decir que tengo la mesilla de noche llena de libros, con dibujos de mis hijos, periódicos,… un caos. Lo que viene siendo procrastinar, procrastinar.
El mes pasado alguien muy cercano a mi terminó una relación de años, muchos años, ante su más completo estupor y el más absoluto desconocimiento. Esto suele ser lo habitual, cuando a una se le rompe un vínculo, siempre suele ser una sorpresa y no precisamente agradable.
En estas andamos, ahora recomponiendo los restos del naufragio, poniendo tiritas, usando muletas y sacando la cabeza para buscar aire y respirar. Leer más