El sábado #7N estuve en Madrid. Acudí allí para manifestar mi repulsa contra las violencias que las mujeres sufrimos en esta sociedad, por el único hecho de ser mujeres. Fui por las que no están ya, por las que siguen sufriendo y no se atreven a dar el paso de dejar atrás el sufrimiento, por los nombres de las mujeres que han caido en el olvido, por mi hija y por mi hijo para que vivan en un mundo donde las relaciones personales se vivan en igualdad. Pero sobre todo fui por mí, necesitaba gritar alto y claro que esto es intolerable y que el mundo sin nosotras no será un buen lugar para vivir. Grité a pleno pulmón clamando justicia junto a otras mujeres y hombres.
Hoy miércoles hemos de sumar otras 6 personas más a esta lista macabra, como si de una borma de mal gusto se tratara al día siguiente empezó a aumenbtar la lista con tres asesinatos más, y a día de hoy seguimos preocupados por Más y la CUP. No somos invisibles, no permitamos que nos hagan invisibles. Estamos aquí, que se nos vea y se nos escuche.
Todos los días son #7N