Las grandes empresas de esta parte del mundo no quieren vender productos con calidad de materiales, ni con garantías para sus trabajadores. Ahora, quieren seguidores por no hacer nada.
Recientemente, Liliana Alvarado, directora de Marketing de la Escuela de Postgrado de la UPC (Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas), decía: “Un millón de fans en Facebook impresiona, pero no revela una real conexión”. Pues va tener razón la buena señora y no porque no haya un a real interacción entre los que dan me gusta y las empresas, que parece que no la hay, sino porque parece que los «me gusta» no son reales, hay mucho clic ficticio detrás.
Denunciaba The Guardian en estos días, que Organizaciones de defensa y de derechos humanos habían sacado a la luz que una empresa en Bangladesh contrata gente para hacer este servicio. A través de pérfiles falsos por un sueldo de 120 dólares anuales, ciudadanos/exclavos de Dhaka en Bangladesh pasan varias horas, incluyendo la noche en cuartos con ventanas con barrotes añadiendo más ‘me gusta’ al cliente de turno.
Especialistas en crear perfiles, cuentas falsas en Facebook, para luego vender “likes” a sus clientes. Por 120 dolares AL AÑO!!! Una verguenza más, sobre empresas grandes que pretenden comprar «afectos» a cualquier precio. Aunque el precio sea nuevamente la exclavitud.
Según la investigación de este periódico, a estos trabajadores se les exige generar mil “Me gusta“ al día o el mismo número de seguidores en Twitter para conseguir un salario,…lo de digno lo dejaremos para otro momento.
Pero no es Dhaka la punta del iceberg. Dhaka es sólo la tercera ciudad desde donde se originan más likes en el mundo (el primer puesto tiene el dudoso honor de llevarlo El Cairo).
Ahora mismo lo de «Proletarios del mundo uníos» va tomando cada día que pasa más cariz de necesario. En el «1er mundo» cierran empresas, deslocalizan producciones (que es más moderno decirlo así) y aquí hacemos ‘el dibujito’ (con perdón), el diseño guay, y luego una proletaria que trabaja 12 horas al día, por un módico precio nos hará producciones con «made in cualquier lugar de Asia», eso sí diseñado in Europe. Que por cierto no sabemos quién va a comprar, puesto que el dinero en los bolsillos va siendo cada vez menos.
Los trabajadores de este lado cada día más probres, con salarios más bajos, eso sí los que tienen salarios. También los hay en búsqueda un puesto de trabajo (del tesoro, como Indiana Jones). Y qué de decir de los de allí, sobreviviendo.
Pero no creo yo que las tengan todas consigo estos magos de las finanzas de los que quieren duros a cuatro pesetas. Si la producción está allí, que el diseño también lo esté es cosa de … tiempo, minutos arriba o abajo. El tigre asiático se levantará y vencerá a Europa en su propio territorio. Entonces las «grandes firmas» qué van a vender? Humo.
