Un año hace ya que emprendimos esta aventura de venir a vivir al campo, ya en la década de mis 50.
Cambio de casa. Mudanza, con el consiguiente movimiento de papeles y recuerdos. Desorden temporal escogido, reto de vida rural al frente. Acogida en mi vida ,y en el corazón, de una gata y dos perritos. Fin de la etapa escolar de Lucas. Ya tengo dos hijos que van al instituto.
Cambios, cambios, más cambios… benditos cambios. Todos ellos han sucedido a velocidad de vértigo en este último año. Son indicativos de vida, de felicidad compartida. Leer más