Virginia Woolf era una de mis obligaciones lectoras a cumplir. Estaba en deuda con ella. Esa mujer atípica en su época y atemporal ahora. Un halo de rebeldía y modernidad envolvió siempre para mi su figura.
«Un cuarto propio» fue un autorregalo el día de mi cumpleaños. Llegó a mi junto con Paula Bonet con 813 (Truffaut por Paula Bonet) y Nuria Varela con su «Feminismo para principiantes». El cine y los libros siempre presentes en mi vida. Leer más