Si con algún apelativo físico tuviera que definirme, sería MORENA. Piel marroncilla como diría mi hijo y pelo negro muy NEGRO. Pero con la edad de mi hija apareció en mi cabeza un mechón de pelo blanco, muy BLANCO, cual Cruella de Vil. Me pareció gracioso, un brochazo blanco que caía justo en un lateral de mi flequillo. Siempre pensé que me imprimía carácter y me hacía diferente.
A medida que fui ganando años, esos pelos blancos fueron ganando terreno. Pasaron a ser canas de «hombre interesante». Qué horror!!! Vieja yo, YA? Es que suele ser correlativo, canas en un hombre, es igual a sabiduría y hasta tienen un toque sexy. Canas en una mujer, eres una descuidada, estás «fuera del mercado», eres vieja y eres invisible. Leer más