Este fin de semana nos hemos escapado a un sitio diferente a relajarnos, huyendo del chiringuito y la playa. Hemos cogido las chanclas y la toalla para ir a un baño turco.
Un precioso hotelito, Casa Baños de la Villa, de tan sólo 9 habitaciones (Legado se llamaba la nuestra) que giran alrededor de un patio central lleno de flores en medio del barrio de la Villa de Priego de Córdoba. Hay que mirar con atención porque de no ser por los azulejos de la entrada, el hotel es una casa más del entorno de casas con flores «manchando» sus blancas fachadas.
Calles sinuosas te llevan desde el mirador del Adarve a este lugar lleno de tranquilidad.
Os invito a probar un sitio diferente con sabor.